Montse Casaoliva
Exposición de arte

Montse Casaoliva
COMO ME DEFINO Me muevo por la parte híbrida de la vida, ambientes elitistas donde la cultura de grupo es mucho más transgresora y menos teatralizada por las normas. Me incomodo en ciertos ambientes. Quise ser real en la intimidad y aprender a respirar de verdad. Es por ello que mi obra se basa en el respeto por la diversidad sexual. Estoy también terminando mi primer libro de relatos eróticos que, espero vea la luz, en pocos meses.
ENTREVISTA EFFE Barcelona, 14 mar (EFE).- En la obra de Montse Casaoliva, artista que tiene su ecosistema en la ilustración digital, la identidad sexual no es relevante al evaluar la belleza real de los cuerpos, un clamor por la diversidad que esta creadora llevará a una exposición colectiva que la Fundación Modigliani presentará en Venecia en abril y mayo. Casaoliva crea lo que se denomina NFT para pantallas (el Non Fungible Token es la unidad de valor dentro del campo artístico digital). Sin embargo, en esta ocasión, ante la falta de mercado y demanda que existe aún para estos soportes ha optado por traspasar sus dibujos de pequeño formato a planchas de aluminio reciclado de una escala mayor, perfecta para disfrutar de sus cuerpos esbeltos (o no) de seres andróginos, ambiguos, semicubiertos por prendas que se debaten entre un erotismo oscuro y cierta provocación. Las siete obras que la artista barcelonesa ha seleccionado para la exposición Biennale Fondazione Modigliani se podrán ver del 1 de abril al 25 de mayo en el palacete que esta entidad tiene como sede a unos pocos pasos de la Plaza de San Marcos veneciana y en la que -a través de un open call artist- acoge los trabajos de creadores con propuestas o discursos novedosos. "Mi idea ha sido siempre visibilizar la identidad sexual, de las diferencias de ser binario, mostrar que existen, darles un contexto, otorgarles respeto, como arte, y ayudar a su vez a normalizar unas vivencias que deberían estar ya normalizadas dentro del mundo de la sexualidad y dentro también del terreno artístico", comenta a Efe la artista barcelonesa. Los "personajes" de Casaoliva no imploran esa diversidad, la exhiben, sin complejos, algunos mantienen la mirada del espectador, otros le dan la espalda, pero también están los que parecen ignorarle, con una indiferencia y un desdén propios de quien ya no está dispuesto a soportar más juicios morales de nadie.
"Hay otros tipo de sexualidad que no tiene que ser castigada, ni juzgada, ni denunciada, pero lamentablemente, esto no ocurre porque hay muchas represiones entre quienes pertenecemos al colectivo LGTBI o que practican, por ejemplo, el poliamor. Es mi granito de arena para que todo esto se normalice", afirma la creadora, que no busca provocar al público, insiste, sino generar en él una reflexión sobre lo íntimo, lo privado y la supuesta ortodoxia en la sexualidad. "Puedes tener un 'alter ego', tener una fantasía sexual que, si quieres, puedes compartir con tu pareja, aunque seas pareja binaria, y si eres de un colectivo minoritario dentro de las identidades sexuales, no hace falta que te escondas, lo puedes compartir abiertamente, abrir un poco las fronteras de ese mundo a los demás", argumenta. Las obras que Casaoliva llevará a Venecia contarán con su correspondiente certificado de autoría, y así, si algún comprador está interesado dispondrá de la impresión en chapa y su versión original autentificada digitalmente. "Las galerías de arte son reticentes al soporte digital, prefieren lo físico, pantallas hay pocas, y mientras no encuentre un lugar, como el metaverso (la realidad alternativa en un mundo virtual que apoyan algunas grandes corporaciones tecnológicas) para poder exponer las obras en un formato digital, la tendré que hacer también física", comenta. Hasta ahora, la artista utiliza sobre todo las redes sociales para mostrar su obra (ttps://www.instagram.com/mcasaoliva/, además de exponer en diversos espacios y centros culturales de Barcelona y Andalucía, en formato gráfico de láminas principalmente, y en este sentido destaca de la oportunidad veneciana: "la selección par la Fundación Modigliani, que me vino casi de sorpresa, es un regalo". A la exposición colectiva de Venecia, le seguirá otra en Zurich (Suiza), que en este caso, sí será digital. Casaoliva, que ha vivido en varias ciudades de Europa, así como en Australia y Brasil, se considera netamente autodidacta en lo artístico, a pesar de la formación académica que ha realizado en diversos centros y que ahora quiere profundizar con la experimentación a través de la tecnología de motion graphics (animación gráfica multimedia). "Quiero aplicar estas herramientas para dar movimiento y sonido a las obras, crear historias de realidades de personas que pertenecen al colectivo de identidades sexuales diferentes, historias animadas, que ofrezcan un punto de vista que en muchas ocasiones no se ve", adelanta.